UNESCO
Junio 2023
La UNESCO presentó su análisis y valoración del Modelo Social de la Fundación Alberto Baillères, una propuesta que acompaña a las comunidades educativas de México para que fortalezcan sus vínculos sociales, impulsen mejoras en la infraestructura física educativa y se apropien de los espacios escolares para convertirlos en lugares propicios para el bienestar y el desarrollo. A cinco años de su puesta en marcha, el Modelo Social beneficia, de manera directa e indirecta, a más de 34,000 personas en tres estados de la República Mexicana.
Desde 2019, la Oficina de la UNESCO en México colabora con la Fundación Alberto Baillères a fin de acompañarla, documentar su experiencia y reconocer buenas prácticas. El informe Transformar desde la educación. Contribuciones del Modelo Social de la Fundación Alberto Baillères a la Agenda 2030 ofrece un balance de los primeros hallazgos y resultados de la implementación del Modelo en 14 escuelas públicas de Ecatepec, en el Estado de México; Iztapalapa, en la Ciudad de México; y Kanasín, en Yucatán.
En la presentación del informe de la Representación de la UNESCO en México, se destacó el papel de la Fundación para generar alianzas e impulsar nuevas formas de organización social basadas en la cooperación y la búsqueda del bienestar colectivo. Asimismo, se subrayó el carácter innovador del proceso de creación colaborativa de hábitats educativos, entendidos como espacios sostenibles que propicien el aprendizaje y el desarrollo de todos los miembros de la comunidad educativa.
El evento de presentación del informe Transformar desde la educación contó con la presencia de directivos de la Fundación Alberto Baillères, de la UNESCO y de Grupo BAL, así como de autoridades educativas e integrantes de las comunidades educativas.
“El mayor desafío del Modelo Social consiste en conseguir que estos hábitats educativos logren ser sostenibles, tanto en su infraestructura física educativa, como en el cuidado del medio ambiente y del entorno social, para que las comunidades educativas alcancen un desarrollo pleno y sean autogestivas.” - Alejandro Baillères, Presidente de Grupo BAL y de la Fundación Alberto Baillères
Por su parte, Alexander Leicht, Oficial a Cargo de la UNESCO en México, explicó que conforme se avanza en los Futuros de la Educación —un llamado internacional a repensar la educación—, el trabajo realizado por autoridades, comunidades educativas, la Fundación y sus aliados da ejemplo de que es posible generar alianzas aun teniendo diferencias de lo que implica imaginar espacios escolares dignos y de la importancia de crear nuevas formas de hacer las cosas. Darle nombre y espacio a todo ello permite que la vivencia se transforme en aprendizaje y ayuda a valorar los aportes de todas las personas.
Como parte de las actividades, se desarrolló el panel “Vivir el Modelo Social desde las comunidades educativas”, el cual contó con la participación de María Guadalupe Barrera Cortina, Directora de la Preparatoria Oficial 94 del Estado de México; Perla Barrera Trejo, estudiante de la dicha preparatoria que fue parte de la primera generación que vivió ese Modelo Social; Maricela Méndez Trinidad, Directora General de Servicios Educativos en Iztapalapa, Ciudad de México; y Rosa Marilú Jiménez Pérez, madre de familia de la Escuela Primaria América de Kanasín, Yucatán.
Se destacaron también los cambios identificados a partir de la implementación del Modelo Social en sus diferentes etapas, cuya fortaleza es que trasciende la idea de un concepto asistencialista para dar paso un ejercicio de participación activa. Entre las principales transformaciones se mencionaron los espacios escolares dignos, seguros e inclusivos, donde se fomentan valores, existe motivación y se han establecido vinculaciones que han traspasado las aulas, promoviendo ambientes colaborativos y de aprendizaje tanto para las niñas, los niños y adolescentes, como para las madres y los padres de familia, el personal docente y las propias comunidades.
Rosa Wolpert, Oficial de Educación de la UNESCO en México, señaló que se continuará con el apoyo, documentación y consolidación de esta experiencia “que contribuye a concretar el derecho a la educación y eleva las posibilidades de desarrollo y vida digna de personas y comunidades”.
Finalmente, Eduardo Silva, Consejero de la Fundación Alberto Baillères, agradeció a las personas asistentes y expresó:
“Queremos que las comunidades educativas sean la fuente más importante de transformación de los tejidos sociales. Necesitamos hacer y ayudar a que las comunidades se organicen, se autogestionen, tengan su desarrollo y comiencen a apropiarse de los espacios.”
El reconocimiento de la UNESCO tras cuatro años de colaboración con la Fundación Alberto Baillères muestra que el Modelo Social transita hacia una fase de expansión para llegar a más comunidades en más estados de la República, además de que el informe Transformar desde la educación... permitirá que sus contribuciones sean compartidas con otros países, destacando la importancia de identificar y valorar las acciones locales para responder a los desafíos globales más urgentes.
Acerca de la Fundación Alberto Baillères. Desde 2009, la Fundación Alberto Baillères trabaja para garantizar el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes de México. Para ello, pone en práctica su Modelo Social, una propuesta que favorece la organización y la participación de todos los actores de la comunidad alrededor del espacio escolar, e introduce innovaciones en el diseño, uso y mantenimiento de los espacios educativos y su equipamiento. Todo esto alineado con el lema que define su actuación: “En comunidad para transformar”.
Acerca de la UNESCO. Diferentes iniciativas se desarrollan alrededor del mundo para dar respuesta a múltiples desafíos. En México, la UNESCO desarrolla conocimiento especializado con más de 50 años de trabajo directo en campo, para fortalecer las propuestas junto con sus comunidades involucradas, y así acelerar el intercambio de experiencias e incrementar su alcance para que todas las personas ejerzan sus derechos humanos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, y la comunicación e información.
Fuente UNESCO